viernes, 21 de octubre de 2011

“MALETAS DE LECTURA VIAJERAS PARA TODA LA FAMILIA”


A nadie se le oculta la importancia que tienen para los niños y las niñas la adquisición del hábito y el gusto por la lectura. La labor del profesorado en este tema resulta fundamental, pero la actitud y el compromiso que los padres y las madres asuman, influirá de manera decisiva para que sus hijos se interesen por la lectura. Los padres necesitan tener consciencia de que a “leer” se empieza en la cuna y que, por tanto, los cuentos y las canciones que les cuentan o cantan a sus hijos, se constituyen en las primeras semillas para conseguir ese objetivo.
En los colegios se dedica tiempo a la enseñanza de la lectura y se realizan diversas actividades para que se aficionen a ella, sin embargo, es en la casa donde los niños tienen más tiempo para leer y ahí el papel de los padres resulta esencial. Por tanto, se necesita de su colaboración para que las iniciativas de animación a la lectura que surgen del profesorado, se complementen y culminen con éxito en el ámbito familiar.


NUESTRA EXPERIENCIA

Una de esas iniciativas la denominamos “Maletas de lectura viajeras para toda la familia” y se puso en marcha hace varios años, en el Segundo Ciclo de Educación Primaria, del Colegio Público “José A. Labordeta” de Zaragoza. Consiste en que desde el colegio se prestan diecinueve maletas, a otras tantas familias, durante tres semanas cada una.
El objetivo que se persigue es que toda la familia lea, pues a veces los padres y las madres invitan a sus hijos a leer, pero a ellos apenas se les ve con libros en las manos. Por tanto, entre las orientaciones que se les dan a los padres está la de que haya algún rato en el que se apaguen: la televisión, los videojuegos, el ordenador…, y toda la familia se ponga a leer.
Las “Maletas de lectura” tienen finalidad en sí mismas, pero además pueden constituirse en un elemento generador de otras actividades relacionadas con la lectura, como: grupos de lectura de padres, dinamización de la biblioteca, cuentacuentos…
En la primera reunión general del curso cada tutor o tutora informa de la existencia y del propósito de las maletas de lectura y los padres y madres interesados se apuntan.
Aunque se dan diferencias entre unas clases y otras, el nivel de peticiones está alto, ya que hay una  media en el Ciclo en torno al 70%. Como hay tres o cuatro maletas por clase, cada familia puede disfrutar de dos o tres a lo largo del curso.
Cada maleta tiene materiales distintos y en todas ellas hay: cinco o seis libros para los niños y las niñas en castellano y algunos en inglés, dado este centro está en el programa bilingüe; también llevan dos novelas para los padres y un libro relacionado con la educación de los hijos; además se incluye alguna revista y una película sobre libros conocidos: Alicia en el país de la maravillas, los viajes de Gulliver, etc.  
Durante los dos primeros años, al finalizar el tiempo estipulado de uso de cada maleta de lectura viajera, se les pidió a los padres y a los chicos que comentaran su experiencia en un modelo preparado para tal fin. En dicho modelo figuraban diferentes apartados: valoración de los libros y materiales de la maleta, cómo se ha desarrollado la lectura, libros que más les han gustado, anécdotas, sugerencias y valoración global.


 VALORACIÓN DE ESTA EXPERIENCIA

La valoración que hacen las madres, los padres y los niños resulta altamente positiva. Sólo tienden a hacer una queja: que falta tiempo para leer todos los libros de la maleta. Sin embargo, el tiempo estipulado nos parece acertado, dado que no se pretende que lean todos los libros, ya que se ponen varios títulos para que puedan elegir. Por otra parte, si saben que existe poco tiempo, entendemos que se pueden aplicar un poco más durante esas tres semanas a la lectura. Y tampoco está mal que se queden con unas poquitas ganas para cuando llegue la siguiente maleta.
A continuación se recogen algunos de los testimonios de los que, en definitiva, son  los protagonistas de esta experiencia: los padres, las madres, los chicos y chicas:

-          Al ser una actividad del colegio, a los niños les cuesta menos hacerla. Aunque en casa insistimos en que la lectura es muy importante, no siempre tenemos ocasión de leer todos juntos. Esta vez lo hemos hecho y ha resultado una experiencia agradable.
-          Hemos elegido la tarde de cada sábado como tarde de lectura. Era la primera vez que nos juntábamos para leer. Fue muy divertido y estuvimos todos con mucho entusiasmo.
-          Nos reímos mucho con el cuento en inglés, traduciendo y buscando palabras en el Diccionario.
-          En una ocasión se leyó “El huerto del limonar” en voz alta y los peques conocían algunos… Hicimos un pequeño taller juntos con los poemas (Escribir qué nos sugería el poema en una o dos palabras).
-          Después de leer el libro de Berry Brazelton acabamos debatiendo con mis hijas sobre la rivalidad o preferencias de papá y mamá hacia ellas. Hablar de cosas que no hablamos normalmente y, conseguir que hiciéramos un diálogo normal, sin enfadarse ni chillar nadie, fue muy interesante y, además, participando todos.
-          Nos ha parecido mucho mejor de lo que nos esperábamos. Ha habido un libro que me ha ayudado mucho. Hace pocos meses falleció mi padre y mi hijo no quería hacerse a la idea. Con este libro hemos hablado mucho del tema y parece que lo ha entendido mejor.
-          Sugiero, si es posible, que traigáis libros de escritores árabes y africanos, traducidos por supuesto al castellano. Así el lector español tendrá idea sobre la cultura árabe y africana, porque ya los árabes africanos y los africanos subsaharianos forman parte de la población española.
-          La valoración: muy buena. Hay lectura para todos los gustos en un tamaño reducido, pues a veces, cuando voy a la biblioteca y hay tanto dónde elegir…, Ahora me he obligado a sacar alguna hora más para la lectura, disfrutando de lo que leo.
-          Nos ha parecido muy bien porque se consigue buscar un poco de tiempo (aunque no sea mucho) para leer y, además, hacerlo toda la familia junta. Y  durante ese tiempo hay silencio en casa y reina la tranquilidad y la paz, y eso es muy difícil de conseguir.
-          Es una experiencia muy bonita y de gran ayuda para que los niños aprendan a leer y a comprender lo que leen. Cuando los hemos leído juntas me comentaba opiniones, cuando ella lee sola no dice nunca nada del libro que está leyendo. Opina si le gusta uno más que otro y, así, también nos podemos dar cuenta del tipo de lectura que les gusta a nuestros hijos.
-          Nos ha gustado mucho la idea de las maletas, porque así, en nuestro tiempo libre, podemos leer libros que son adecuados a la edad de nuestros hijos y, a la vez, también tenemos libros que a los padres nos son útiles y pasamos el tiempo de lectura junto con nuestros hijos.
-          Algo importante es que mi “papá” (el abuelo), ha leído un libro. Algo insólito porque, salvo los periódicos, no lee nada.
-          Hasta mi prima, que tiene cinco años, ha participado leyendo un libro de mi maleta.

Pepe López Sánchez, profesor del CP José A. Labordeta. E-mail: jlopezsanc@educa.aragon.es


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